ARDE TROYA en Hasta Trilce ¡Estreno 2 de marzo!


Troya ha caído bajo las lanzas de los griegos y solo las mujeres y unos pocos niños permanecen de pie. Hécuba, reina de una ciudad que ya no existe, deambula prisionera por entre las ruinas, mientras espera que sus enemigos decidan la suerte que les tocará a las troyanas. Versión ligeramente payasa de una tragedia que, 2.500 años después, sigue removiendo nuestros más antiguos y oscuros dolores. 

Tragedia de la pérdida, de la muerte, de la falta, Las TROYANAS, se detiene en la figura de las madres, de las esposas, de las víctimas, en el borde mismo del mundo, frente a la derrota, frente a la destrucción del hogar, de la ciudad, de la familia, en una ciudad presa del fuego, ante un enemigo que se muestra despiadado, en una tierra sin futuro. Apelando al lenguaje del clown y del teatro popular, elegimos contar esta historia del fin de un mundo, en el preciso momento en que nos enfrentamos, 2500 años después, a la posibilidad certera y real de que el nuestro esté al borde de la extinción. Mientras las bombas son dejadas caer en Ucrania o en Palestina, mientras el planeta sufre una crisis climática sin precedentes, mientras las ultraderechas afloran en una tierra cada vez más desigual e injusta, volvemos a preguntarnos, desde el teatro, por el sentido mismo de nuestra humanidad, cuando esta se enfrenta a la certidumbre del final.


Actúan: Mercedes Lía Hernández, Lucía Nuñez Lodwick, Micaela Picarelli 
Vestuario: Clara Hecker 
Realización de vestuario: Clara Hecker y Silvina Brusca
Realización de Objetos: Leticia Ragozzino 
Asistencia Coreográfica: Virginia Leanza 
Asistencia en Maquillaje: Carolina Schwörer 
Producción: Compañía Nacional de Fósforos y Arde la Nona
Espectáculo estrenado con el apoyo del TAE-TACEC, Teatro Argentino de La Plata
Asistencia de Dirección: Tomás Graziano
Dramaturgia y Dirección: Cristian Palacios


Sábados 2, 9, 16 y 30 de MARZO, 21:00 Hs

Anatomía del Silencio #4

Vino del sur
y se extendió plácido como una manta blanca
Como una página olvidada
Y nunca escrita
E hizo temblar a las viejas
E hizo bailar a las tortugas
Y todos en el valle no recordaron
Aquella fábula de tiempos inmemoriales
Que hablaba de la Nada,
-sin dar nombres por si acaso-
la Nada amaneciente como un sol naranja
sobre el océano
sobre la noche
sobre las horas del tiempo antiguo de las horas
y los monasterios
y los segundos…
la Nada tremolante sobre el filo de las nubes
la Nada crepitando en el brillo de la aurora
la Nada vertebral innominada
la Nada victoriosa
cero póstumo
nido vertebral de la muerte
pequeña nada
aguaviva
luminosa

Y nadie pudo referirla a los niños
Y nadie pudo compartirla con su perro
Porque nadie podía decir nada