No fue el concierto número dos de Rachmaninoff
opus nosecuantos para piano y cuarenta y cuatro manos
Ni las obras completas de Beethoven
Ni el último capricho de Paganini
tocado por Paganini en el infierno
con una cuerda sola.
Lo que apagó la música
Del mundo fue su risa
Su pequeña risa
Su primera risa
opus nosecuantos para piano y cuarenta y cuatro manos
Ni las obras completas de Beethoven
Ni el último capricho de Paganini
tocado por Paganini en el infierno
con una cuerda sola.
Lo que apagó la música
Del mundo fue su risa
Su pequeña risa
Su primera risa