DOS PEDAZOS DE TIERRA

al sur del sur del sur del último pueblo 
donde el frío hace saltar de frío los ojos de los lobos, 
donde se mueren de hambre los pingüinos 
donde brinca la ballena 
e implosionan sin causa aparente los submarinos, 
donde los muertos se olvidan a la intemperie 
al margen de los gobiernos y las epidemias
existen dos pedazos de tierra
dos islas
perdidas en la inmensidad más absoluta del océano
avistadas por primera vez en mil quinientos y tantos
no poseen la belleza de los témpanos australes
siquiera tendrían nombre 
de no ser por la casualidad de haber servido de baliza a los marinos
como dice muy bien el Doctor Johnson
mientras intenta agotar la riqueza de la lengua inglesa
en un famoso diccionario
y despotrica contra la guerra
escribe también él que España
con la avidez insensata de los nuevos ricos
dilapidó en un abrir y cerrar de ojos las riquezas
que había arrancado a fuerza de violar, matar, torturar, humillar, aniquilar 
enteramente a un continente
¡Un continente! díganme cuando
en toda la historia humana 
se ha topado un país con todo un continente 
que violar, matar, torturar, humillar, aniquilar 
y arrancar uña a uña sus riquezas
dando origen así al capitalismo
como decía Marx, capitalismo
el padre santo de por el que comulgan hoy los periodistas
el dios único ante el que rinden pleitesía los jueces, los empresarios, los políticos
 
poderoso caballero es Don Dinero
decía también Quevedo
que nace en las Indias honrado
Don Dinero
 
la cuestión es, prosigue el Dr. Johnson
que España consumió hasta el último centavo
dejando tras de sí una estela de desesperación y muerte
un continente
de norte a sur completamente olvidado
somos eso a fin de cuentas los despojos 
que ha dejado tras de sí un Imperio
donde nunca se ponía el sol
demasiado grande para durar demasiado tiempo
es todo 
el resto es geopolítica
quien domine las islas domina el Mar del Sur
todo se reduce a fin de cuentas
al tiempo que tarda un misil en alcanzar las capitales
en arrasar con fuego atómico las escuelas, los jardines, los zoológicos, los hospitales
todo es un TEG gigante 
gana el que duerme menos
el que llegue a apretar el botón primero
que transforme al mundo entero en un cementerio
si no nos morimos de sed primero
si no se derriten los témpanos o nos arrasan los huracanes
poderoso caballero es Don Dinero
 
y abajo están los hombres
nuestros hijos
los hijos de nuestros hijos
los hijos de los hijos de nuestros hijos
los que heredarán el mundo si es que un mundo dejan
los empresarios, los jueces, los políticos, los periodistas
 
(la lista es incompleta
si no incluimos allí también a los artistas
sobre todo a los poetas
políticamente comprometidos
mala raza los poetas
políticamente comprometidos
no tengo nada contra los poetas
que solo escriben tonterías
cosas cursis 
como que la poesía eres tú cuando me miras
si estás bizca o ciega o loca, eres igualmente tú la poesía
que tratan de conquistar el amor de una mujer o un hombre
diciendo tonterías
llevárselo a la cama
hacer el amor a más no poder mientras se es joven
y se está vivo
y tengo todo contra los poetas
que tratan de conquistar el amor de toda una ciudad, de un país, de un continente
diciendo tonterías
llevarse a la cama 
a toda una ciudad, un país, un continente
para violarlo desesperadamente
hasta dejarlo sin sangre)
 
porque abajo están los hijos
nuestros hijos
los hijos de nuestros hijos
los hijos de los hijos de nuestros hijos
los que mandamos a morir en las guerras
los que dejamos tendidos al sol bajo el campo de batalla
los que intentamos olvidar mirando el mundial en la tele
 
que a nadie se le ocurra decir esos fueron los militares
que a nadie se le ocurra decir yo no tengo nada que ver con ello
ningún hombre es una isla
no preguntes por quién suenan las campanas
también estás muerto vos a la intemperie en el campo de la batalla del ganso
también a vos te enterraron anónimamente en un cementerio del fin del mundo
también a vos solo te conoce un Dios que además probablemente no existe
también vos te suicidaste por las esquirlas que la guerra 
dejaron en tu cabeza
no, miento, quiero decir, también vos te suicidaste
por el abandono absoluto de un país, de una sociedad, de los sucesivos gobiernos
que prefirieron mirar hacia otro lado
decir que aquí no ha pasado nada
mirar alegremente el mundial por la tele
también vos miraste alegremente el mundial en la tele
desapareciste gente
perdonaste a los genocidas
a los violadores 
a los ladrones de bebés
durante poco más de veinte años
también vos regalaste las empresas del Estado
también vos les hiciste juicio llegado el momento
y llegado el momento pretendés borrar con el codo lo alcanzado
votando a la misma mierda
que desapareció gente, perdonó a los genocidas, violó, robó bebes, 
regaló las empresas del estado, una y otra vez
con la excusa de que no había nada mejor al otro lado
también vos votaste diferente y te engañaron
también vos implosionaste un submarino en el océano
a escasos kilómetros de las islas
también vos espiaste a los familiares
y usaste el dinero de la misión de rescate
para buscar petróleo en el lecho submarino
muy cerca de las islas 
donde estás enterrado 
donde el frío hace saltar de frío los ojos de los lobos
al sur del sur del sur del último pueblo
en dos pedazos de tierra
olvidadas en medio del océano.
 
No me hagan caso
solo soy un poeta, un mal poeta,
políticamente comprometido
que trata de hacer el amor con su público
diciéndole tonterías 
llenándole la cabeza de mentiras
por eso prefiero siempre a los poetas
que escriben cursilerías
como que la poesía eres tú cuando me miras
aunque estés bizco, ciego o loco, eres tú la poesía
por eso prefiero a los que salvan al mundo
contando un chiste en una fiesta
durmiendo a un bebé en la madrugada
poniendo una curita de superhéroe
en el dedo de una niña que se ha pinchado con una rueca
y que en lugar de echarse a dormir
prefiere bailar de pie bajo la lluvia
correr descalza en la madrugada
borracha de vida
borrachos de vida
como esos jóvenes que fueron a morir a Malvinas
a morirse de frío en una guerra
a morir aunque hayan vuelto vivos
 
solo dos pedazos de tierra
que valen tanto
porque estamos muertos allí, porque nos mataron
porque la patria también es una cursilería
que vale tanto más que el pensamiento más profundo
del último filosofo alemán neo-post-contemporáneo
el lugar donde decido morir
donde abrazar ese instante de ternura
ese instante de vida
donde un abuelo atraviesa de pie una ciudad vacía
para llevarle a su nieto un último juguete
donde dos viejos se toman de la mano
donde dos jóvenes se funden en un abrazo
donde otros tanto jóvenes tomando una cerveza
miran el cielo nocturno y se ríen del mundo
que es donde deberían estar los jóvenes del mundo
en lugar de morirse de frío en una guerra
o de hambre en una calle de una capital del mundo.