LA CAUSA JUSTA, desnuda la naturaleza atroz de nuestra imbecilidad fundante, trasvasando los límites siempre difusos que separan realidad y ficción, vida y obra, prosa y poesía, lo serio y lo ridículo, sin dejar, ni por un segundo, lugar a lo sublime que podría venir a justificarlo. La frase perfecta, intrigante, a veces: obsesiva; deviene profética, cuando descubrimos en esa perfecta, etérea, gigantesca bola de mierda, una diminuta partícula de diamante.
Re-Estreno: LA CAUSA JUSTA en El Camarín de las Musas
LA CAUSA JUSTA, desnuda la naturaleza atroz de nuestra imbecilidad fundante, trasvasando los límites siempre difusos que separan realidad y ficción, vida y obra, prosa y poesía, lo serio y lo ridículo, sin dejar, ni por un segundo, lugar a lo sublime que podría venir a justificarlo. La frase perfecta, intrigante, a veces: obsesiva; deviene profética, cuando descubrimos en esa perfecta, etérea, gigantesca bola de mierda, una diminuta partícula de diamante.
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